Soñé algo donde nos vi a los dos
vestidos con ropa holgada
y con cintas de colores
que nos adornaban la cabeza.
Estábamos sentados en el pasto,
acompañados de nuestra carpa multicolor,
fumando marihuana de un bonito bong
que nosotros mismos habíamos construido
con una botella y otros accesorios
que no tengo porqué decir.
Nos vi mirando a la oscura noche,
con la cabeza pegada al pasto
mirando las estrellas,
que alumbraban
y nos hacían sentir menos solos.
que alumbraban
y nos hacían sentir menos solos.
Sin despegarnos de eso.
Estando sucios
y amándonos las 24 horas del día.
Pude observar claramente además
que tu estabas feliz acompañándome en esta travesía.
No reclamabas nada
y sonrías la mayoría del tiempo,
ya que la otra o gemías
o me mirabas con un placer viviente
que entrelazaba todas tus facciones.
Nos vi haciendo el amor bajo los arboles,
haciendo una gran fogata
y persiguiéndonos con locura
por todos los rincones del bosque.
Nos vi llegando a una ciudad pequeña,
donde hacíamos perro muerto en un local de comida rápida
y los dueños nos trataban de alcanzar
maldiciéndonos y apuntándonos totalmente furiosos.
Nos pude ver también
recostándonos al costado de las vías del tren
con nuestros sacos de dormir
que recién habíamos robado,
abrazándonos mutuamente
y combatiendo el frío
con el calor propio que guardaba nuestro amor.
Nos vi trabajando por algunos pesos
recogiendo frutos de una parcela
llena de vegetación y animales pequeños.
Nos vi gastando aquellos pesos
en más marihuana,
ácido
y un poco de comida para sobrevivir los días.
Estábamos felices.
Estábamos paveando.
Nos vi haciendo autostop hasta Chillán
llegando de esta manera
a una gran reserva natural.
Sacando fotos con nuestras polaroid,
respirando limpio
y drogándonos hasta hacernos ver
que la tierra respiraba en colores fosforescentes.
Nos mirábamos y nos reíamos,
nos levantábamos
y nos poníamos a bailar desnudos mientras la lluvia caía veloz sobre nuestros cuerpos.
Celebrábamos nuestro propio ritual
dentro de nuestra propia carpa.
Hacíamos el amor
y nos amábamos descontroladamente.
Nos amábamos bajo la luna inmensa que brillaba
y que te hacía achicar los ojos
hasta hacerlos desaparecer.
Oh Victoria hermosa,
como te quiero
y como te deseo.
Como te extraño
y como te necesito.
No te imaginas cuanto.
Tu y yo nos escaparemos
y viviremos constantemente dentro de un poema.
Eso haremos Victoria,
viviremos dentro de nuestro propio poema,
aquel que confeccionaremos nosotros mismos
con nuestras faltas de ortografía
y nuestra mala forma de acentuar las palabras.
Viviremos en un poema
y nos sentiremos plenos.
Eso es,
nos sentiremos plenos.