martes, 20 de diciembre de 2011

Bipolaridad


 Estaba con la guata vacía, no había comido na', Yo me sentía vacío en realidad. Estaba sentado en el computador escuchando "Hate & War" de los Clash y con unas ganas enormes de mear, siempre siento que me aguanto tanto, no es normal po, osea nada de lo que me está pasando últimamente es normal, pero aguantarse las ganas de mear, ¿no es algo muy idiota?.

Apagué la tele ya que no sé porque la tenía prendida, la tele te hace creer tantas huevadas, igual me cago de la risa con algunas cosas pero siento que cada vez más nos llenan de basura la cabeza, yo no quiero perder la cabeza, la ocupo bastante, osea, me sirve un poco para creer que de verdad no la quiero perder pero ya que es mentira me da lo mismo, me paré, me rasqué los cocos y salí de mi pieza justo cuando Strummer y Jones empezaban a cantar "Hate and War - I hate all the english, hate and war - they' re just as bad as wops, hate and war - i hate all the politeness, hate and war - i hate all the cops", caminé despacio hacia el pasillo y me sentí recaído, me dolía el craneo, prendí la luz y miré hacia el final del pasillo. Desde que murió mi abuela, siento mucho miedo por el pasillo de mi casa, siento que ella está ahí siempre, observando, cuidando o no sé, siento que está ahí, siento que está acá, siento que está contigo, es extraño, la siento en todos lados, ¿será porque no nos despedimos?, puede ser, todavía me urge eso, pero bueno, ese es otro tema. Avancé hasta el final y prendí la luz del baño, eran de esas luces que no prenden nunca, las antiguas, igual tienen onda, pero ya me meaba así que necesitaba con rapidez la luz para ver donde estaba el "water".
Miraba como caía el pichí y sentía que estaba re frío el ambiente, ¿será porque ando siempre con boxers por la casa?, tenía los pelos erizados, "que fría esta hueá, me voy a acostar".- me dije asimismo, de repente miré para el espejo que estaba arriba del "water" y lo que vi era algo tan extraño, no era yo, no era mi reflejo, era cualquier cosa menos yo, era extraño, había un sujeto mirándome con cara de odio y con cara de "ya te gané, el que ahora está en ese cuerpo, soy yo", me asusté y miré hacia atrás, en la pared del pasillo había una cara, no era humana, estaba rota, estaba pegada mirándome, me quise virar de una, pero algo me detenía, era yo mismo, mirándome desde dentro, estaba atrapado, "suéltenme gritaba con dolor, ¡suéltenme!".- Me la sequé harto y me subí los boxers, me miré en el otro espejo y de nuevo no era yo, el sujeto me desafiaba a entrar y nunca más volver, me lavé las manos y salí rápido del baño, sentí que mi pierna se salió y caí precipitadamente hacia un lado, me afirmé de la pared y seguí caminando, me asusté, nadie me escuchaba, era yo contra yo mismo, desafiando mi propia realidad, mis propios miedos. Mis manos se cayeron solas y empezaron a desintegrarse al instante, miré para atrás y mi pierna ya no estaba, la luz se apagó y todos los fantasmas vinieron a observar el acontecimiento, el Martín de siempre se estaba desintegrando, el Martín de ahora se estaba desintegrando, ya no quedan Martines, sólo quedan trozos de lo que nunca pudo ser, sólo quedó el polvo repartido en el piso, así como una casa vieja, así me sentía últimamente, sentía que estaba en una casa vieja llena de fantasmas, los mismos fantasmas que al final barrieron de a poco el lugar.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Está claro, más que claro


 Me golpeó el hombro y avanzó, se cagó de la risa, su cara lo decía, le daba lo mismo todo. Paré a observarlo bien y me di cuenta que lo único que él hacía por las calles era tirar escupitajos, mirar a todos despectivamente y botar a propósito basura afuera del basurero, se cagaba de la risa, eso estaba claro, más que claro, no tenía límites, para él no existían las buenas acciones, los valores y costumbres cuales seguir. No sé como se llamaba eso sí, yo cachaba solamente lo que él tenía por fuera, su exterior, su ropa, su pelo, sus zapatillas, que sé yo, lo de afuera po, se entiende. Se le notaba un tipo frío, pesado y agrandado, maricón.

 Estaba más que claro que nunca sería amigo de él, no éramos compatibles, para nada, yo era algo más "hogareño", no me gustaba salir mucho y no tenía idea que era consumir drogas, curarse raja en la playa, robar golosinas de los negocios, ni mucho menos ser parte de una banda de rock, yo era una persona tranquila, me gustaban los artistas de la taquilla y amaba comer todo tipo de cosas que preparaba mi mamá, tenía mi parte atrevida obviamente, pero prefería mostrar mi lado más humano a los demás, a todos les encantaba mi faceta de "buena onda", "el cariñoso", "tiernucho el cabro", a mi me gustaba caer bien, lo encontraba sano, esa onda.

 El tipo cruzó la calle y tiró a un costado su mochila y su chaqueta verde que en el bolsillo gritaba a furia "no flag". Un hombre lo esperaba en la vereda del frente, el era flaco y tenía una tes morena que resaltaba más ya que llevaba puesta una polera blanca, una de los "Dead Kennedys", de esas que venden ocasionalmente en una tienda de "La Recova" o de esas que tenías que mandarlas a hacer al "Caracol Colonial".
Un par de garabatos desde una vereda a otra y definitivamente ya estaba calentita "la cosa", desde las tiendas cercanas al lugar todos salieron a presenciar el palabreo, "La Persa" se multiplicó por un millón y ya estaba lleno de personas poniéndole ojo a los dos jóvenes, yo me corrí hacia un lado ya que dos pacos pasaron corriendo por al lado mío, uno iba hablando por esos walkie talkies que tienen y el otro iba con una luma en la mano pero que extrañamente estaba al revés, miré hacia atrás y toda "La Recova" decidió salir a ver, podía ver fácilmente a unos 150 pelagatos, 100 de ellos eran artesanos, hippies, fans del "Che", sucios y además lucían con alegría sus poleras y aritos de amor y paz, que asco, la verdad es que me repugnaban los hippies, todos tan claros con su postura pacifista, los detesto, eso está más que claro, uno me dijo al oído, "paz hermano, compre unos collares pa' su polola por acá, están baratitos".- no se aproveche de la situación compadre, le respondí con dureza, siempre aprovechándose de cuando está lleno de gente fácil, yo no era así, me viré, me di cuenta de que por eso ya nadie aprecia "La Recova", siempre está lleno de puros huevones chantas.

 Antes de que llegarán los pacos a el lugar del conflicto pude presenciar una situación que de seguro me marcará para toda la vida, el tipo de la polera de "Dead Kennedys" juntó sus manos contra sus testículos y mientras lo hacía, desafiaba a el que me golpeó el hombro, este produjo un alarido de guerra y cruzó rápidamente la calle en la que estaba. Un Ford del 80' reunió toda su velocidad y chocó furiosamente el cuerpo del hombre, venía hecho una cuea y el cuerpo del hombre quedó despedazado en mil partes, la cabeza se arrancó en contra de una señora que caminaba por al frente de la iglesia "San Agustín", sesos varios se esparcieron por el camino de un vendedor de helados y una mano llegó llena de sangre a mi lado.
La mano me apuntaba y sentí que me trataba de decir algo, estaba furiosa aquella mano, estaba triste, cerré los ojos y me puse mis audífonos con rapidez, en mi ipod, "No Feelings" de los "Sex Pistols", respiré hondo y abrí los ojos con tal lentitud que me vi de a poco inserto en una micro camino a mi casa, exactamente, iba por Balmaceda, paradero 3, a esa altura, miré por la ventana, ni un alma se podía ver, sólo el frío del ambiente, así como si tuviera cara propia, era extraño, era tan extraño como yo sentado en el primer asiento de la micro, me rasqué la cabeza y observé para atrás, todos me apuntaban, no sabía el por qué, me saqué los audífonos al instante.

sábado, 30 de abril de 2011

Infectado


 Desde un principio me senté a esperar que tu llegaras, estaba con las converses mojadas y con el pelo desordenado, tenía solo mil pesos en los bolsillos y un botón de una camisa que jamás ocupé, suelto.
Caminé por Colón y llegué hasta avenida Estadio, no tenía nada que hacer, no tenía música para escuchar ni un teléfono mobil como para llamarte, las llaves se me habían quedado adentro y la clínica donde trabajaba María Paz hoy no abría.

Por primera vez me sentía realmente solo, me senté por una plaza vacía del centro sur, estaba tan mojado el pasto que tuve que colocar mi chaqueta debajo y de esta forma sentarme sin mojarme los jeans, no sirvió de nada, pasaron dos minutos y la lluvia de nuevo comenzaba a complicar mi andar, enojado y con ganas de comer esperé y esperé fuera de mi casa y de repente sentí que un murmuro que rodeaba mis oídos, era un chillido, un estruendo de sonido fino, me sentía mal con ese ruido, caminé y caminé hasta que agarré vuelo y corrí rápidamente, estaba volando alrededor de un mundo subterráneo colorido y de malos augurios, un mundo asqueroso de políticos chantas, complejos sociales, gente pobre y una bandera de paz que duraba solo segundos limpia, volé y me di cuenta que estaba en un puto mundo de mierda que era la misma tierra donde vivía, hueones falso, gente hipócrita y nada más que cabezas tratando de doblarse y ultrajarse por un mísero dinero, yo no necesitaba esto, no necesitaba seguir la moda ni la actualidad, no necesitaba dioses ni creencias, no necesitaba política, necesitaba amor, de verdad, amor verdadero y ahí vi tu cara mi pequeña, estabas llorando como de costumbre, tenías los ojos azules y el pelo con rulos, era mi cara, yo mismo, mostrando esa parte sensible que quería esconder, me tomé una pastilla para dormir y encontrar algún otro sueño que contar, era mi quinto sueño y mi cabeza estaba ardiendo, los jueces de la fe me estaba perforando el cerebro, los profetas de la política me llenaban de mierda y promesas inconclusas, estaba siendo atendido por la medicina cruel la que no salva la vida, la que salva la vida y la que le da lo mismo, no me importa, seguiré durmiendo, siempre duermo y me encuentro con la sucia realidad en la que estamos. Yo sufría de una enfermedad donde me dormía y mi cuerpo se paralizaba alguien me movía y yo sentía que estaba en el cielo, ¿qué cielo, el que inventó un grupo de supuestos lame bolas que seguían al profeta?, si estás leyendo mi mente en este rato, borra mis buenos pensamientos porque estoy cayendo en un suave y doloroso abismo, ¿estás leyendo?, he cambiado, sí, he cambiado, cada vez que despierto cambio más y ¿sabes?, solo esto es un sueño, uno de los cuantos donde me quedo pegado y no sé que hacer más que pensar en tu cara, mi sueño es el sueño del adolescente diluido, del adolescente rebelde, no soy el revolucionario que tu prefieres, soy el del cual todos hablan mal, yo te amo y tu me amas.

jueves, 6 de enero de 2011

Si estoy


Con una pena doblada 
me encuentro acostado, 
no sé si decir que me voy corriendo 
o botar una lágrima por mi boca, 
sabe de un tilde salado, 
con ganas de explotar y salir por la puerta más mínima
esperándome tu, 
con tu pequeña sonrisa que mira el cielo, 
esa misma que besé siempre, 
ahora que no la beso, 
me pongo a llorar, 
me pongo a pensar en que, 
en que estás cuando yo voy aquí, 
sentado y pensando en que estoy ausente en cada sueño tuyo
en cada almohada, 
en cada cálida mañana.
Espérame 
que si estoy.