Tardaron, millones de años, para empezar a pensarlo
bien; aunque de la nada
Algunos pretendieron alejarse del nido. Ninguno pudo
extender las alas tan lejos del árbol.
Se creían superiores, pero como tú bien sabes: “Siendo
arrogante no llegarás a ningún
Lado”. Entonces los pajaritos, no tuvieron
oportunidad de escaparse por completo. Sus
Cuerpos eran esculturas enloquecidas bajo el manto
de la oscura neblina nocturna. Qué
Sabrosa venganza nos regaló la luna del otoño
pasado. Cuando después de millones de
años, empezamos a pensarlo bien.
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